Tengo que salir. Así, sin mas, coger la bicicleta y partir. Aprovechando las vacaciones que tiene Maia en el mes de octubre, agarro nuevamente la bicicleta para sentir esa libertad y modo de vida que tanto echo de menos. Como solo tenemos diez días (empleando los dos fines de semana), se me ocurre la idea de ir hasta Londres, a unos 350 kms de Bruselas. Alice tiene que trabajar, así que junto a Unai se queda en casa y yo voy con Maia en el tándem hasta la capital británica, todo nuevo para mi, ya que desde que lo compramos nunca he echo mas de 20 kilómetros. Alice siempre lo ha utilizado.

    El mismo viernes, cuando Maia sale del colegio, cogemos el tren para ir directamente hasta Oostende, y de allí, pedaleamos por la costa belga hasta llegar a Niewpoort, donde nos espera una familia miembro de la lista warmshowers para pasar la noche.

Salimos pronto por la mañana, y ya empezamos con los contratiempos, tenemos un viento fuerte y en contra, y cuando llevamos a Duquerque, me entero que los ferries que van a Dover, ya no salen del viejo puerto, sino que hay uno nuevo, a unos 30 kms. Se me cae el cielo encima. Llegamos casi a las 16:00, justamente cuando sale un ferry para Inglaterra. En el barco me previene que hay alerta roja por fuertes vientos y mucha lluvia. Cuando llegamos a Dover, siento ese violento viento que viene de occidente, dirección que quiero coger. Tengo un contacto (como no de la warmshowers) en Hastings, pero es imposible llegar esta misma tarde, y acampar a la intemperie con este viento seria casi misión imposible. Se me pasa por la cabeza provocar una invitación, pero nada mas pasar por la estación de tren, se me ocurre la idea de pillar un tren y plantarme en el mismo centro de la capital inglesa en menos de una hora. En Londres nos espera Miguel Moreno, una buena amistad que todavía guardo en los tiempos que viví en Londres.

    Pasamos 5 días estupendos en la City. Maia adora esta ciudad, y nos movemos libremente en bicicleta por toda la capital, sin tener que depender del costoso transporte publico. Londres es carísimo, los precios se han multiplicado, y eso que ya era caro cuando vivía a finales de los años 90’s. Visitamos mucho museos, y como en Gran Bretaña también son vacaciones, en los museos hay muchas actividades para los niños gratis, como en el museo de los Juguetes y en el British Museum. También visitamos lo mas turístico de la ciudad, invadido por miles de turistas de todo el mundo.

    Partimos el miércoles. El temporal ya pasó y aunque llueve, lo pasamos bien por las tranquilas carreteras de la campiña inglesa. Acampamos por libre, y Maia lo adora, esta también sumergida en el viaje y aunque no estamos muy lejos de casa, y solo viajando unos días, estamos totalmente metidos en el viaje.

En Lewes paramos a dormir en casa de Anita y Stuart, miembros de la WSL. Todos quieren saber nuestro historial por el mundo en bicicleta, y los ingleses nos abren las puertas de su casa. Incluso en la siguiente noche dormimos en casa de los padres de Stuart. Nos preparan un rica cena y unas cervezas para charlar junto a la chimenea. El matrimonio trata a Maia como a una reina, como si se tratase de su nieta.

    Ya en la costa tenemos en viento a favor, pedaleamos mucho mas rápido, así que llegamos como lo predigo a Dover el sábado por la tarde, así pronto por la mañana cogeremos nuevamente el ferry que nos llevará al continente. En Dover dormimos en casa de Rebeca y su novio irlandés, David. Con el me atiborro de cervezas Guiness, nos trincamos por lo menos una siete pintas cada uno, y me levanto pronto por la mañana con dolor de cabeza ¡Que despedida de Inglaterra!

    Recorremos la misma ruta para volver a Bélgica, pero esta vez, con un viento fuerte a favor y sin apenas trafico, estamos a domingo. Y así, nada mas pisar territorio belga, cogemos un tren desde La Panne, para regresar a Bruselas. Al día siguiente Maia empieza la escuela. Para ella ha sido una bonita experiencia, contenta de sentir de nuevo la ruta, y por conocer Londres, donde los buses tienes dos pisos, conducen por la izquierda y celebran una fiesta que se llama Halloween y dan caramelos.

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Kilometros en total: 438 (10 dias)                                                                                                                               

  

(Fotografias)